¿Sociedad o Autónomo?
Es una de las preguntas más frecuentes, ¿como pago menos?, ¿constituyendo una sociedad o dándome de alta como autónomo? La respuesta también es muy frecuente… depende.
Aunque parece que la Sociedad Limitada tiene más ventajas tributarias, también genera mas costes. Como sabes, el autónomo tributa por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), mientras que la sociedad lo hace por el Impuesto de Sociedades (IS). Actualmente el tipo general del Impuesto de Sociedades esta en el 25% de la base imponible (es decir, del beneficio de la sociedad), y para las sociedades de nueva creación, el tipo reducido del 15% durante los dos primeros años.
Sin embargo, en el caso del IRPF, la tributación es progresiva y depende del nivel de ingreso, siendo los tipos aplicables los siguientes:
Base imponible | Tipo aplicable |
Hasta 12.450 euros | 19% |
Entre 12.450 y 20.200 euros | 24% |
Entre 20.200 y 35.200 euros | 30% |
Entre 35.200 y 60.000 euros | 37% |
Más de 60.000 euros | 45% |
Como puedes observar, cuanto más ingreses, menos te conviene ser un autónomo. Sin embargo, esto no quiere decir que a partir de los 20.200 euros, el momento en que el tipo aplicable al IRPF supera al del impuesto de sociedades, sea mejor crear una SL. Debes tener en cuenta que, más allá de estos gastos, hay otros que costes importantes que no puedes olvidar.
Para empezar, la cuota a la Seguridad Social es mucho más alta en un caso que en otro. Los trabajadores por cuenta propia pagan, como mínimo, 267,03 euros al mes en y los autónomos societarios, es decir, los que poseen una Sociedad, pagan 344,69 euros.
Además, observando las del año pasado, la diferencia entre ambas fue del 20%, lo que supone 625 euros más anualmente si eres una Sociedad. Esto sin contemplar posibles bonificaciones, como la tarifa plana de 50 €, que incrementarían todavía más esa diferencia.
El último de los costes que debes evaluar es el de la gestión. Crear una Sociedad es más complicado que darse de alta como trabajador por cuenta propia. A eso, hay que añadir que la contabilidad es también más dificultosa, por lo que el gasto en asesoría será mayor.
Por todo lo anterior podemos afirmar que si tu beneficio supera los 40.000 euros, es momento de empezar a pensar en la creación de una Sociedad Mercantil.